Introducción
En la naturaleza las formas de apariencia laminar son
identificables desde las escalas microscópicas a las astronómicas,
constituyendo una de las configuraciones geométricas más comunes
para la agrupación de materia.
Del mismo modo podemos observar también que las láminas son los
elementos físicos más sencillos definidores de los espacios y las formas de la
arquitectura.
Sin embargo la sencillez de su imagen externa es el resultado de
la simplificación que realiza nuestra percepción sobre un material de aparente
cerramiento con su propia estructura interna. Se produce así en una lámina desde un punto
de vista arquitectónico una síntesis entre dos familias constructivas diferenciadas a comienzos del siglo XX, principalmente por razones tecnológicas, estructura y cerramiento.
No obstante si analizamos a las láminas como una sola entidad
podremos llegar a definir una geometría clara y un sistema de proporcionalidad que
participan en el origen de su formación y en las transformaciones naturales de su forma.
En este modelo dinámico todas las láminas, naturales o industriales, comparten los mismos principios fundamentales.
Obtenemos así las bases para el diseño armónico de los elementos más simples que componen las láminas y que resueltos en una escala mecánica con la actual tecnología, definen las piezas industriales que conforman la materia prima de una posible arquitectura en movimiento.
Obtenemos así las bases para el diseño armónico de los elementos más simples que componen las láminas y que resueltos en una escala mecánica con la actual tecnología, definen las piezas industriales que conforman la materia prima de una posible arquitectura en movimiento.
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